Las manzanas deshidratadas son ricas en vitaminas, taninos, minerales y fibra. Estas vitaminas ayudan a mantener los huesos y la piel saludables. Las manzanas deshidratadas también contienen una gran cantidad de vitaminas B que regulan el metabolismo natural del cuerpo y nutren el hígado y la piel. Concretamente la vitamina B-6 y B-5 que ayudan a producir los químicos regeneradores de neuronas necesarios para la actividad cerebral. Alimento rico en antioxidantes que combaten las moléculas de radicales libres que promueven el crecimiento de células cancerosas.